Por: INTA Fotos: INTA&nbsp; Un equipo de investigaci&oacute;n del Instituto de Tecnolog&iacute;a en Alimentos del INTA Castelar evalu&oacute; el potencial antioxidante del pulm&oacute;n bovino, un subproducto de la industria c&aacute;rnica, como aditivo de origen natural. Estos hidrolizados proteicos se pueden incorporar a los alimentos en reemplazo de los de origen sint&eacute;tico. Aprovechar los subproductos como insumo, la clave. Seg&uacute;n cifras de la FAO, se desperdicia aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen. Si bien las p&eacute;rdidas var&iacute;an seg&uacute;n la cadena, los grandes vol&uacute;menes de residuos, descartes y subproductos generados por la industria agroalimentaria constituyen un gran problema. A esto, se suman los residuos y subproductos propios de la industrializaci&oacute;n. La pregunta es: &iquest;son desechos o insumos? Para Natalia Szerman, investigadora del Instituto Tecnolog&iacute;a de Alimentos (ITA) del INTA Castelar, no hay dudas: &ldquo;Utilizar los subproductos como insumo, ya sea como aditivo o ingrediente, es una estrategia de valorizaci&oacute;n&rdquo;. Y agreg&oacute;: &ldquo;Desarrollar procesos para el aprovechamiento y valorizaci&oacute;n de subproductos, as&iacute; como la formulaci&oacute;n de alimentos que incluyan subproductos como materia prima, permite mejorar la sustentabilidad integral de la industria de alimentos&rdquo;. En esta l&iacute;nea, Vanina Ambrosi, investigadora del ITA del INTA Castelar, explic&oacute; que &ldquo;en general, los subproductos obtenidos en la faena bovina se comercializan y, muchos de ellos, son comestibles. Sin embargo, su valor comercial es bajo y su vida &uacute;til corta. Adem&aacute;s, en las &uacute;ltimas d&eacute;cadas su consumo disminuy&oacute; debido a cambios en los h&aacute;bitos de los consumidores&rdquo;. De all&iacute; la importancia de valorizarlos. Con este objetivo como faro, el equipo de investigaci&oacute;n -integrado por Fernanda Mart&iacute;nez, Vanina Ambrosi y Natalia Szerman- se propuso valorizar un subproducto bovino, como es el pulm&oacute;n, mediante la obtenci&oacute;n de hidrolizados proteicos con capacidad antioxidante. &ldquo;Estos hidrolizados podr&iacute;an utilizarse como aditivos antioxidantes de origen natural, al incorporarse a distintos alimentos en reemplazo de los de origen sint&eacute;tico&rdquo;, especific&oacute; la investigadora. A su vez, Fernanda Mart&iacute;nez especific&oacute;: &ldquo;La incorporaci&oacute;n de los hidrolizados, en concentraciones equivalentes a los sint&eacute;ticos, no modific&oacute; los par&aacute;metros tecnol&oacute;gicos de los medallones de pollo, como alimento modelo, y redujo la oxidaci&oacute;n lip&iacute;dica, al d&iacute;a 7 de almacenamiento refrigerado, en aproximadamente un 45% en relaci&oacute;n con las muestras sin antioxidantes&rdquo;. Los hidrolizados proteicos obtenidos, luego de ser liofilizados, se presentan en forma de polvo de color amarillo, y son altamente solubles, al tiempo que deben ser almacenados al resguardo de la luz y la humedad.&nbsp; Una estrategia de valorizaci&oacute;n Para la investigaci&oacute;n se utiliz&oacute; un subproducto bovino de bajo valor comercial en Argentina, como lo es el pulm&oacute;n, para transformarlo en un aditivo antioxidante natural y as&iacute; utilizarlo en productos alimenticios. Los subproductos de la industria bovina se obtienen durante la faena y son todo aquello que se logra del animal que no se halle comprendido en la definici&oacute;n de carne. &ldquo;Muchos de estos subproductos son comercializados a un bajo valor y en algunos casos son desechados generando un riesgo medioambiental&rdquo;, explica la investigadora de Instituto Tecnolog&iacute;a de Alimentos, Fernanda Mart&iacute;nez. El trabajo consisti&oacute; en realizar una transformaci&oacute;n qu&iacute;mica mediante un proceso de prote&oacute;lisis, para lo cual se estudiaron distintos subproductos bovinos y enzimas proteol&iacute;ticas. &ldquo;Seleccionamos el subproducto pulm&oacute;n como sustrato de esta reacci&oacute;n por su contenido proteico&rdquo;, djo. Las prote&iacute;nas comerciales seleccionadas fueron Alcalaza y Flavorsine.&nbsp; Mediante un dise&ntilde;o estad&iacute;stico se optimiz&oacute; el proceso de hidr&oacute;lisis para maximizar la producci&oacute;n de hidrolizados antioxidantes, luego lo hidrolizaron mediante lifilizaci&oacute;n y obtuvieron un polvo. Posteriormente realizaron un escalado del proceso de hidr&oacute;lisis, es decir de escala laboratorio a escala piloto o pre industrial y obtuvieron el mismo poder antioxidante. Por &uacute;ltimo aplicaron el hidrolizado antioxidante en hamburguesas de pollo y lo compararon con un antioxidante sint&eacute;tico, el butilhidroxitolueno. &ldquo;Mediante diferentes t&eacute;cnicas que eval&uacute;an la oxidaci&oacute;n de alimentos, vimos que las hamburguesas con el hidrolizado antioxidante alcanzaron niveles de oxidaci&oacute;n menores a los que se obtuvieron con las hamburguesas control (sin antioxidantes naturales)&rdquo;, describi&oacute; la investigadora. <p style="text-align: center;"> Si bien el antioxidante de s&iacute;ntesis mantuvo la estabilidad oxidativa, los resultados obtenidos con el hidrolizado de pulm&oacute;n fueron prometedores, logrando mantener niveles muy bajos de oxidaci&oacute;n del alimento. Ahora, afirma Mart&iacute;nez, &ldquo;el desaf&iacute;o es combinar el uso del hidrolizado de pulm&oacute;n bovino con otro antioxidante de origen natural y obtener la misma estabilidad oxidativa que se alcanz&oacute; con el antioxidante de s&iacute;ntesis para poder as&iacute; reemplazarlo&rdquo;.&nbsp; Convertir un subproducto en insumo, la clave Todo aquello que no es carne se lo considera subproducto de origen animal, seg&uacute;n el Senasa. En el caso de vacunos, los subproductos obtenidos durante la faena corresponden aproximadamente al 66% del peso del animal. Estos subproductos se pueden clasificar en elaborados o sin elaborar; o bien en comestibles o incomestibles. La harina de carne, grasa, sebo y sangre son subproductos elaborados, mientras que el cuero, cerda, pluma y el h&iacute;gado son sin elaborar. Entre los subproductos comestibles para la especie humana se encuentras la grasa, alb&uacute;mina de sangre, h&iacute;gado y el coraz&oacute;n; mientras que los incomestibles son el sebo, cuero, pluma, alimento para consumo de los animales y huesos. Desarrollar procesos para su aprovechamiento y valorizaci&oacute;n, as&iacute; como la formulaci&oacute;n de alimentos que incluyan subproductos como materia prima son estrategias fundamentales que permiten mejorar la sustentabilidad integral de la industria de alimentos. &nbsp;