Por: Mar&iacute;a Eugenia Bonanno, Bromat&oacute;loga Fotos: Banco de im&aacute;genes La prevenci&oacute;n de enfermedades en el ganado vacuno es uno de los mayores retos en la industria ganadera. Un ganado saludable no solo asegura una mayor productividad, sino que tambi&eacute;n mejora la sostenibilidad de los sistemas de producci&oacute;n y reduce los costos asociados al tratamiento de enfermedades. En este contexto, factores como la microbiota, la alimentaci&oacute;n y los sistemas de producci&oacute;n desempe&ntilde;an un papel fundamental. Estos elementos est&aacute;n interconectados y pueden marcar la diferencia entre un sistema eficiente y uno vulnerable a problemas sanitarios. La microbiota: clave en la salud del ganado vacuno La microbiota es el conjunto de microorganismos que habitan en el tracto gastrointestinal del ganado. Este ecosistema complejo cumple funciones esenciales para la salud y el rendimiento de los animales, como: Digesti&oacute;n de nutrientes: los microorganismos descomponen fibras y carbohidratos complejos, convirti&eacute;ndolos en &aacute;cidos grasos de cadena corta, que son una fuente clave de energ&iacute;a. Fortalecimiento del sistema inmune: una microbiota equilibrada protege contra pat&oacute;genos al competir por los nutrientes, adem&aacute;s de estimular la producci&oacute;n de c&eacute;lulas inmunes. Reducci&oacute;n de la inflamaci&oacute;n: microorganismos ben&eacute;ficos producen metabolitos que ayudan a mantener la integridad intestinal y reducen respuestas inflamatorias. Entre los factores que afectan la microbiota encontramos: Estr&eacute;s: que puede deberse al transporte, el manejo intensivo y las variaciones clim&aacute;ticas.&nbsp; Uso de antibi&oacute;ticos: aunque son &uacute;tiles en algunos tratamientos, los antibi&oacute;ticos indiscriminados eliminan tanto bacterias pat&oacute;genas como ben&eacute;ficas, afectando negativamente la microbiota. Alimentaci&oacute;n: una dieta mal balanceada puede promover el crecimiento de microorganismos perjudiciales, aumentando el riesgo de enfermedades como la acidosis ruminal. <p style="text-align: center;">&ldquo;Los sistemas de producci&oacute;n tienen un impacto directo en la salud del ganado&rdquo; Alimentaci&oacute;n como herramienta preventiva Una alimentaci&oacute;n adecuada es fundamental para mantener un equilibrio saludable en la microbiota del ganado y prevenir enfermedades. Los elementos clave en la dieta son: Forrajes de calidad: favorecen la fermentaci&oacute;n eficiente en el rumen y apoyan la salud digestiva; Prebi&oacute;ticos y probi&oacute;ticos: los prebi&oacute;ticos son fibras no digeribles que sirven de alimento para las bacterias beneficiosas y los probi&oacute;ticos son microorganismos vivos que refuerzan la poblaci&oacute;n de esas bacterias ben&eacute;ficas; Minerales y vitaminas: la deficiencia de elementos como el zinc, el selenio o la vitamina A puede comprometer el sistema inmunol&oacute;gico. Las enfermedades m&aacute;s comunes asociadas a una alimentaci&oacute;n deficiente son la Acidosis ruminal que resulta del exceso de granos en la dieta, afectando el pH del rumen y la salud general del animal; y la Hipocalcemia que es la deficiencia de calcio que afecta la movilidad y productividad, especialmente en vacas lecheras. Sistemas de producci&oacute;n y su impacto en la prevenci&oacute;n Los sistemas de producci&oacute;n tienen un impacto directo en la salud del ganado y en la propagaci&oacute;n o prevenci&oacute;n de enfermedades. Sistemas intensivos vs extensivos: Sistemas intensivos: aunque permiten mayor control sobre la alimentaci&oacute;n y el manejo del ganado, pueden aumentar el riesgo de estr&eacute;s, enfermedades respiratorias y digestivas debido al hacinamiento. Sistemas extensivos: favorecen un comportamiento m&aacute;s natural y menor incidencia de estr&eacute;s, aunque pueden estar m&aacute;s expuestos a par&aacute;sitos y enfermedades infecciosas. Ya que ambos sistemas tienen sus pro y sus contras,&nbsp; la clave estar&aacute; en encontrar un equilibrio entre ambos.&nbsp; Buenas pr&aacute;cticas de manejo del ganado:&nbsp; Higiene y bioseguridad: desinfecci&oacute;n regular de instalaciones y equipo; y control de ingreso de personas y animales al predio. Control del estr&eacute;s: minimizar el uso de transporte prolongado y ofrecer sombra y acceso continuo al agua en climas c&aacute;lidos. Vacunaci&oacute;n y monitoreo de salud: implementar programas de vacunaci&oacute;n ajustados a las enfermedades locales y monitorear si hay signos de enfermedades para actuar de manera temprana. <p style="text-align: center;">&ldquo;La prevenci&oacute;n de enfermedades en el ganado vacuno requiere un enfoque completo donde microbiota, alimentaci&oacute;n y sistemas de producci&oacute;n trabajen en armon&iacute;a&rdquo; Dentro de las buenas pr&aacute;cticas para el manejo del ganado, podemos encontrar las innovaciones tecnol&oacute;gicas como: Sensores y dispositivos port&aacute;tiles: ayudan a monitorear la temperatura, el comportamiento y los par&aacute;metros metab&oacute;licos del ganado en tiempo real. Software de gesti&oacute;n ganadera: permite rastrear informaci&oacute;n sobre salud, alimentaci&oacute;n y producci&oacute;n de cada animal, optimizando decisiones preventivas. Conclusi&oacute;n La prevenci&oacute;n de enfermedades en el ganado vacuno requiere un enfoque completo donde microbiota, alimentaci&oacute;n y sistemas de producci&oacute;n trabajen en armon&iacute;a. Garantizar una microbiota equilibrada, proporcionar dietas balanceadas y aplicar buenas pr&aacute;cticas de manejo son estrategias clave para un ganado m&aacute;s saludable y una producci&oacute;n m&aacute;s eficiente. Adoptar estas pr&aacute;cticas no solo beneficia a los productores en t&eacute;rminos econ&oacute;micos, sino que tambi&eacute;n contribuye a la sostenibilidad de la industria ganadera. En un mundo cada vez m&aacute;s consciente de la salud y el medio ambiente, estas estrategias son el camino hacia un futuro prometedor.